Qué ver en Santander

Durante toda mi vida escuché un refrán a algunas personas, que por ser un poco escatológico no voy a reproducir aquí, sobre la ciudad de Santander. Quizás influenciada por ello, nunca me había llamado especialmente la atención. Pero, aprovechando que volaba de vuelta a España tras mi viaje a Lille, decidí pasar un día conociendo la ciudad ¡Y menuda sorpresa! No estoy para nada de acuerdo con lo que muchísima gente que conozco opina de ella. En el post de hoy te qué ver en Santander, para que te hagas una idea de todo lo que tiene que ofrecer al turista la ciudad cántabra.

Dónde está y cómo llegar a Santander

Santander es la capital de la comunidad de Cantabria, dando también nombre a la comarca y al área metropolitana donde se encuentra.

Situada en el norte de España sus principales vías de comunicación son la A-8 y la A-67. Está comunicada por tren y autobús con el resto de la península. Destaca su aeropuerto, con algunas de las conexiones europeas más interesantes del norte del país.

Breve historia de Santander

Los resto arqueológicos encontrados predicen que Santander se remonta hasta el eiglo I, aunque la primera referencia documental está fechada en el año 1068, En este documento el rey Sancho III concede privilegios al monasterio de San Emeterio. El nombre latino del mismo, Sancti Emeterii, puede haber sido el origen del que derivase en llamarse la ciudad Santander.

En 1187 se constituía como villa de abadengo, siéndole concedido fuero por el rey Alfonso VIII. A su vez, junto a San Vicente de la Barquera, Castro Urdiales y Laredo, formaba Santander parte de las llamadas Cuatro Villas de la Mar. Destacar que por aquel entonces sus astilleros ya eran importantes, abasteciendo al Reino de Castilla.

Santander crecía y crecía y en el siglo XIII estaba formada por la Puebla Vieja y la Peubla Nueva que estaban unidas por un puente.

En 1497 una epidemia de peste asoló la ciudad y frenó su expansión debido a los estragos de la misma.

El puerto de Santander se habilita en 1765 para comerciar con las colonias americanas. Esto, junto al camino de Reinosa abierto en 1753, vuelven a hacer que la ciudad inicie un importante crecimiento. Además del comercio, Santander vive dos hitos más: en 1754 es elegida sede de la diócesis y en 1755 Fernando VI le otorga el título de ciudad.

En 1801 Santander se convierte en capital y se crea la Provincia Marítima de Santander. Durante este siglo XIX, la ciudad vivió una gran expansión, a pesar de los acontecimientos históricos que se vivieron. En 1893, el buque Cabo Machichaco explora en los muelles y causa una grandísima tragedia con 500 muertos y miles de heridos.

Es a finales de este siglo XIX cuando se popularizan los baños de ola y Santander comienza a ser visto como un destino de ocio perfecto para ellos. Incluso la entonces reina Isabel II fue a la ciudad en el verano de 1861 para disfrutar de ellos. En agradecimiento se le regaló una finca para que convirtiese Santander en su ciudad de veraneo, pero los diferentes acontecimientos políticos no hicieron posible que sucediese. Pero su hijo, Alfonso XIII, retoma la idea y es en ella Península de la Magdalena donde se hace realidad esa casa vacacional. Comenzaron a veranear en Santander en 1913, porque las obras de acondicionamiento habían terminado en 1912.

En 1932 llegó la Universidad de Verano que posteriormente se convertiría en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

En el año 1941 sucedió un hecho que fue una auténtica desgracia para la ciudad: el 15 de febrero comenzó un incendio que arrasó el centro histórico de la ciudad. Gracias al trabajo de los ciudadanos, Santander salió adelante con su esfuerzo y dedicación.

En 1983, cuando se constituye Cantabria, la ciudad de Santander se convierte en su capital.

En los últimos años, la ciudad de Santander ha apostado por la cultura, gracias al Centro Botín, al Anillo Cultural y a las Naves de Gamazo. Esta reinvención la sitúa como uno de los destinos turísticos del norte de España.

Qué ver en Santander

Ayuntamiento de Santander

Antes de su ubicación actual, el consistorio santanderino había ocupado otros lugares, hasta que en 1907 se inauguró el actual edificio. En aquella época el ayuntamiento era la mitad del actual edificio, habiendo sido ideado por Julio Martínez-Zapata. Más adelante el edificio necesitó ampliarse y así llegó a como lo encontramos en la actualidad. Esta reforma tuvo lugar entre los años 1963 y 1967, cuando se reinaguró.

Mercado de la Esperanza

Justo detrás del ayuntamiento encontramos la plaza de abastos que tiene el nombre de Mercado de la Esperanza. Este edificio situado en la plaza del mismo nombre fue un proyecto de Eduardo Reynals y Juan Moya, siendo uno de las pocas edificaciones de arquitectura decimonónica en hierro de nuestro país. El edificio es alargado construido con acero y vidrio sobre base de sillería, de dos plantas, con las esquinas achaflanadas estando el cuerpo dividido en tres crujías simétricas. Desde 1977 es monumento histórico-artístico. Ha sido remodelado en varias ocasiones, la primera de ellas cuando tuvo lugar el incendio de la ciudad y la más reciente en 2010.

Plaza Porticada (de Pedro Velarde)

Situada en el centro de la ciudad, la plaza de Pedro Velarde es conocida como Plaza Porticada. Tras el incendio de Santander se construyó en estilo neoclásico herreriano, inspirándose para ello en la antigua aduana de finales del siglo XVIII que desapareció en aquel triste episodio que vivió la ciudad. La plaza tiene planta cuadrada y cuenta con cinco accesos. La plaza la proyectaron entre Javier González de Riancho, Rafael Huidobro y Valentín del Noval. En 2006 se peatonalizó.

Plaza de Pombo

Muy cercana a la Plaza Porticada, nos encontramos con la Plaza de Pombo. Es uno de los lugares con más vida de la ciudad.

Catedral de Santa María de la Asunción – Iglesia del Cristo

Situada en el cerro de Somorrostro, encontramos la Catedral de Santa María de la Asunción. La particularidad de este templo radica en que está construida sobre la iglesia del Cristo. Es de tres naves, siendo la central más ancha y más alta, separadas entre ellas por pilares con ocho columnas. Ha sufrido varias modificaciones, una de ellas tras el incendio, cuando se tuvo que reconstruir la cabecera. En 1931 fue declarada Bien de Interés Cultural.

Centro Botín

Situado en un voladizo sobre el mar en los Jardines de Pereda, este moderno centro de arte fue diseñado por Renzo Piano, que consiguió integrarlo de manera perfecta con la bahía. Consta de dos edificio que se conectan entre sí por plazas y pasarelas. Aquí te cuento cómo puedes visitarlo.

Jardines de Pereda – Paseo de Pereda

Paseo situado en el centro de la ciudad al lado del mar, que antaño fueron muelle portuario. Se inauguraron en 1905. Deben su nombre a José María de Pereda, novelista cántabro. Este espacio fue reformado por Fernando Caruncho cuando se instaló en Centro Botín, duplicando la superficie original.

Palacete del Embarcadero

Situado en el paseo marítimo comenzó a funcionar en 1932 como estación de pasajeros y después como cuartel. En 1985 fue inaugurado de nuevo convirtiéndose en una sala de exposiciones y conferencias.

Monumento a los Raqueros

En los muelles de Puerto Chico se encuentra este monumentos homenaje a los raqueros. Los raqueros eran niños pobres que se lanzaban al mar para buscar monedas que les arrojaban desde los barcos. Esas propinas y los pequeños hurtos que cometían era su medio de vida.

En el año 1999 se instalaron estos cuatro niños de bronce a tamaño natural.

Dique de Gamazo

Situado en el puerto de Santander, en un terreno ganado al mar. Su construcción comenzó en 1884 y se terminó en 1908. Estuvo activo desde ese año hasta 1989. Desde 2001, tanto el dique como el entorno, son Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Se ha rehabilitado y actualmente es una zona de paseo y ocio.

Playa de los Peligros

Situada de camino a la Magdalena, nos encontramos esta preciosa playa. Aunque su nombre pueda indicar lo contrario, sus aguas son tranquilas pues carecen de oleaje. Quizás su nombre se deba a que antes resultaba mucho más difícil acceder.

Península de la Magdalena y Palacio de la Magdalena.

La Península de la Magdalena era un punto estratégico en Santander, pues desde allí se controlaba la entrada y salida a la bahía.

El Real Sitio de La Magdalena es una península que la ciudad de Santander regaló a Alfonso XIII. Le construyeron el palacio entre los años 1909 y 1911. El monarca convirtió este lugar en su residencia de verano. En 1977 Juan de Borbón vendió el edificio a la ciudad.

El edficio es de estilo ecléctico, mezcla de elementos ingleses y franceses, así como de la arquitectura barroca montañesa. Es asimétrico, de piedra de mampostería, con dos entradas y dos torreones de planta octogonal con escalinata de doble tramo.

Desde 1982 es monumento histórico-artístico.

El ayuntamiento lo rehabilitó entre 1993 y 1995 pasando a ser la sede de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, siendo las caballerizas utilizadas como residencia de estudiantes durante la duración de estos cursos.

Actualmente la península es un lugar de ocio y el palacio se usa para conferencias.

Playas de El Sardinero

Las playas más conocidas de Santander son en realidad dos: la primera y la segunda. Son dos lugares diferentes, pero cuando baja la marea se unen y hace que parezca que son una nada más.

Gran Casino

En la zona del El Sardinero nos encontramos el casino. Este edicifio fue construido por la Sociedad Amigos del Sardinero y proyectado por Eloy Martínez del Valle, se inauguró en 1916. Actualmente sigue abierto para el ocio recreativo y la restauración, así como la organización de diversos eventos.

Anteriormente en este lugar se levantaba otro casino que databa del año 1870.

Mapa turístico

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